miércoles, 17 de julio de 2013

Semejanzas entre Sri Ramakrishna y el Bendito Señor Jesús

Sri Ramakrishna

Sri Ramakrishna estaba sentado en el pequeño diván y preguntó a M.: “Bueno, ¿por qué tengo esta enfermedad?”

M.: La gente no se atreverá a aproximarse a Ud. a menos que Ud. se les parezca en todos sus aspectos. Pero están asombrados de observar que, a pesar de semejante enfermedad, Ud. no piensa en nada más que en Dios.

MAESTRO (sonriendo): Balaram también dijo: ‘Si hasta Ud. puede enfermarse, entonces, ¿qué habremos de sorprendernos de nuestras propias enfermedades?’ Lakshmana estaba asombrado de ver que Rama no podía levantar Su arco, a causa de Su pesar por Sita. ‘Hasta Brahman llora, enredado en la trampa de los cinco elementos’.

M.: Jesucristo, también lloró como un hombre común, al ver sufrir a Sus devotos.

"Cabeza de Cristo" por Leonardo da Vinci


MAESTRO: ¿Cómo fue eso?

M.: Eran dos hermanas, María y Marta, que tenían un hermano llamado Lázaro.Los tres eran devotos de Jesús. Lázaro murió. Jesús Se encontraba en camino hacia la casa de ellos, cuando una de las hermanas, María, corrió a recibirlo. Cayendo a Sus pies, le dijo llorando: ‘Señor, si Tú hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.’ Y Jesús lloró al verla llorar. Luego Jesús se dirigió a la tumba de Lázaro y lo llamó por su nombre. Inmediatamente Lázaro volvió a la vida y salió caminando de la tumba.

La Resurrección de Lázaro: Rembrandt



MAESTRO: Pero yo no puedo hacer esas cosas.

M.: Porque Ud. no quiere hacerlas. Estos son milagros; por lo tanto, Ud. no tiene interés en ellos. Estas cosas atraen la atención de la gente hacia sus propios cuerpos y, en consecuencia, no piensan en la verdadera devoción. Por eso Ud. no hace milagros. Pero hay mucha similitud entre Ud. y Jesucristo.

MAESTRO (sonriendo): ¿Qué más?

M.: Ud. no pide a sus devotos que ayunen o practiquen otras austeridades. Ud. no da reglas estrictas y rígidas acerca de la alimentación. Los discípulos de Cristo no observaban el sábado, por cuyo motivo fueron censurados por los Fariseos. Al respecto, Jesús dijo: ‘Han hecho bien en comer. Mientras están con el novio, deben divertirse.’

MAESTRO: ¿Qué quiere decir eso?

M.: Cristo quiso decir que mientras los discípulos vivieran con la Encarnación de Dios, sólo debían pasarlo bien. ¿Por qué habrían de estar tristes? Pero, cuando Él volviera a Su propia morada en el cielo, entonces vendrían para ellos los días de pesar y sufrimiento.

MAESTRO (sonriendo): ¿Encuentras en mí alguna otra cosa similar a Cristo?

M.: Sí, señor. Ud. dice: ‘Los jóvenes todavía no están contaminados por «mujer y oro»; ellos serán capaces de asimilar instrucción. Es como guardar leche en una vasija nueva: la leche se pondrá ácida si se la guarda en una vasija en la cual se ha preparado cuajada.’ Cristo también habló de esa manera.

MAESTRO: ¿Qué dijo?

M.: Si se guarda vino nuevo en un odre viejo, el odre puede romperse. Si una tela vieja es remendada con una tela nueva, la vieja se romperá. Además, Ud. nos dice que Ud. y la Madre son Uno. De la misma manera, Cristo decía: ‘Yo y mi Padre una cosa somos’.

MAESTRO (sonriendo): ¿Algo más?

M.: Ud. nos dice: ‘Dios, con toda seguridad, os escuchará si Le llamáis con anhelo.’ Así también, Cristo decía: ‘Llamad y se os abrirá’.

MAESTRO: Bueno, si Dios Se ha encarnado nuevamente, de qué manifestación de Dios se trata: ¿es una fracción, una parte o todo? Algunos dicen que es una manifestación completa.

M.: Señor, yo no comprendo bien el significado de una Encarnación completa, parcial o fraccionada. Pero he comprendido, como Ud. la explicó, la idea del agujero en la pared.

MAESTRO: “Cuéntamelo.”

M.: En la pared hay un agujero redondo, a través del cual uno puede ver parte de la pradera que se extiende al otro lado de la pared. Así, a través de Ud., uno puede ver parte del Dios Infinito.

MAESTRO: Es verdad. Podéis ver cinco o seis millas de pradera de un vistazo.

M. terminó su baño en el Ganges y se dirigió al cuarto del Maestro. Eran las ocho de la mañana. M. pidió a Latú que le diera el prasad de arroz de Yagannath. El Maestro, de pie a su lado, dijo: “Toma este prasad regularmente. Los que son devotos de Dios no comen nada antes de tomar el prasad.

M.: Ayer conseguí algo de prasad de Yagannath en casa de Balaram Babu. Como uno o dos granitos diariamente.

M. saludó al Maestro y se despidió. Sri Ramakrishna le dijo cariñosamente: ´Ven bien temprano mañana por la mañana. El calor del sol en la estación de las lluvias, no es bueno para la salud.'

El Evangelio de Sri Ramakrishna (Tomo III. pág. 170)

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