lunes, 16 de septiembre de 2013

Swami Vijoyananda, un amante de la humanidad

Rev. Swami Vijoyananda
Cuantos tuvieron la bendición de encontrar al Swami Vijoyananda en su camino sintieron el impacto de su vigorosa personalidad y muchos experimentaron un cambio fundamental en su vida. Nos sentimos afortunados de haber estado sentados a los pies de un Maestro a quien la Gracia Divina había dotado de una espiritualidad tan poderosa, plasmada por los rasgos de su admirable carácter, por las circunstancias de su vida, y ante todo, por el hecho de haber recibido la Sagrada Enseñanza de los discípulos predilectos de Sri Ramakrishna.

Pasupati Nath Ghosh, que así se llamaba antes de entrar en la vida monástica, nació en 1898 de nobilísima estirpe en Sahibganj, distrito de Santhal Parganas, Bengala. Dos hechos determinaron la formación del niño en sus años de infancia, el fallecimiento prematuro de su padre, acontecimiento que acentuó la influencia de la madre en su educación y la desaparición de ésta cuando el muchacho sólo tenía 12 años. La firme devoción y sagacidad de la madre sentaron los cimientos de su modo de concebir la vida, y su pérdida fue un evento de profunda repercusión espiritual.

Su carrera estudiantil fue brillante gracias a sus sobresalientes dotes intelectuales. Se graduó en Química en la Universidad de Calcuta, a la edad precoz de 21 años. Poco después, obedeciendo al llamado de una visión que lo hizo acudir a la sede de la Orden de Ramakrishna, entró como novicio para dedicarse enteramente a la vida espiritual, siendo iniciado por Swami Brahmananda, el primer Presidente de la Orden.Cuatro años más tarde, en 1923, recibió el Sannyasa, la consagración monástica de Swami Shivananda, el segundo Presidente.

Durante los años que aún permaneció en la India, el Swami fue tan afortunado de recibir la bendición de la Santa Madre, y tener también trato personal con otros discípulos de Thakur. Quedan imborrables en nuestro recuerdo los tantos dichos, episodios y ejemplos que nos relató de estos seres santos, como también las narraciones de sus encuentros con diversas personalidades destacadas del mundo, tales como :Mahatma Gandhi, Rabindranath Tagore, Albert Einstein, Bergson y Romain Rolland.

En 1932, a solicitud de círculos argentinos deseosos de conocer el Vedanta y seguir las prescripciones religiosas de esta filosofía, las autoridades de la Orden acordaron enviar a un monje a nuestro país para que predicara aquí las enseñanzas de Sri Ramakrishna. No era ajena a esta aspiración y solicitud Doña Adelina del Carril de Güiraldes, quien fuera más tarde la primera Presidenta de este Hogar Espiritual.

El Swami llegó a Buenos Aires el 10 de diciembre de 1932 y de inmediato empezó a difundir su mensaje a través de pláticas, conferencias públicas y radiales, entrevistas individuales y clases de meditación. La actuación del Swami no se limitó a la Capital; llevó su prédica y consejo a diversos lugares del interior y también a varios países sudamericanos.

Torrentes de bondad y sabiduría, este santo varón comprometió para siempre, con su ilimitado amor, comprensión y paciencia, la gratitud de todos nosotros.

Swami Vijoyananda dejó su cuerpo el 1º de setiembre de 1973.

(Fragmento de la Memoria del Hogar Espiritual Ramakrishna
Ashrama - Año 1973)



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