Paul Stone The Jibe |
Editorial
Sri Ramakrishna solía relatar el siguiente cuento: "Al anochecer unos borrachos quisieron ir en bote a un lugar. Remaron toda la noche. Cuando amaneció, ya en un estado normal, se dieron cuenta de que habían estado dando vueltas y vueltas en el mismo sitio. Se habían olvidado de levantar el ancla".
Imaginando esta situación absurda, nos provocará risa, pero si pensamos que este relato puede estar sugiriendo el estado en que nos encontramos muchos de nosotros, la risa se transformará en sabor amargo. La mayoría de nosotros tenemos un ideal, queremos llegar a una meta, alcanzar la otra orilla. Con seguridad hemos remado mucho, en el transcurso de nuestra vida, pero en algún momento nos damos cuenta que estamos en el mismo lugar. ¡Cuánta energía gastamos en ese viaje a ninguna parte! La causa de este esfuerzo inútil fue que nos olvidamos de levantar el ancla. Swami Pareshanandaji Maharaj dice: "Ser sincero en el empeño por lo espiritual es como levantar el ancla".
Es normal que busquemos seguridad, que nos atemorice lo desconocido, que es más fácil permanecer quieto que avanzar, pero, ¿estamos satisfechos con eso? Si tenemos un instante de lucidez, brotará la angustia de la insatisfacción; no volvamos a embriagarnos, levemos el ancla del temor, aferrémosnos con fuerza al remo de la intrepidez e icemos en nuestros corazones la vela de nuestro Ideal.
Habrá tormentas, nubes amenazantes, furiosos vientos, y ahí, en medio de la oscuridad y soledad recordemos, así como el sol siempre está y en algún momento veremos su esplendor, "Dios no se muda" como decía Santa Teresa, y en su momento nos mostrará Su Faz.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario