Sri Krishna |
El Bendito Señor Krishna le dijo a Arjuna: "Nunca hubo un tiempo en que Yo no existiera, ni tú, ni esos reyes, ni dejaremos de existir en el futuro" (B.G.: 11-12).
Seguramente, Sri Krishna, no quería decir que este grosero cuerpo físico es eterno, porque todos nosotros sabemos, si bien a menudo nos olvidamos de la única cosa definida, que debemos morir algún día, tendremos que dejar este cuerpo; es simplemente temporal. Pero lo que el Bendito Señor quiso decir es que como Atman, el Ser, existimos eternamente. Las divisiones de tiempo tales como: pasado, presente y futuro, están sólo en nuestra mente como ideas.
Hace algunos días hubo en la Argentina una reducción en el tiempo de una hora, ¿dónde se fue esa hora? Así, todas estas ideas de cambios existen sólo en nuestra mente. El Atman siempre es. Pero alguien puede hacer la siguiente pregunta: ¿Cómo permanece el Atman cuando el cuerpo muere? La respuesta es dada con ilustraciones: "Así como el ser encarnado tiene su niñez, juventud y vejez, así también él toma otro cuerpo. Los sabios jamás se confunden sobre este punto" (B.G.: 11-13).
La vida es un viaje; luego del nacimiento uno pasa a través de muchas etapas tales como: niñez, adolescencia, juventud, madurez, vejez.
En uno de los libros que uso para estudiar hay dos oraciones que ilustran la imperfección del tiempo: "El hombre más rico del pueblo era hijo de un pobre campesino" y "Esta mujer, que es ahora tan fea, era en aquellos días la muchacha más hermosa de la aldea". Así, los cambios existen sólo en la superficie; no hay cambio en la identidad del Atman.
El mismo sentimiento de que estoy pasando por diferentes estados, permanece todo el tiempo, tales como: yo era niño, yo era joven, yo era adulto y así sucesivamente. El punto a notar es: que es el mismo ser quien experimenta todos estos estados cambiantes. Es de la misma manera que el experimentador, el individuo, transmigra hacia otro cuerpo, pero mayormente no puede recordarlo.
Durante todos estos cambios, el Ser, el Atman, permanece incambiable; un iluminado comprende esto, es por eso que permanece imperturbable ante estos cambios.
Nacimiento y muerte sólo tienen que ver con el cuerpo, el Atman es incambiable, por lo tanto debemos tratar de permanecer imperturbables en todas las situaciones. Pasando a través de una serie de nacimientos y muertes uno se vuelve apto para la inmortalidad. El punto a notar es que todo lo concerniente al cuerpo está sujeto a cambios, no así el alma. Un alma iluminada no puede ser engañada por los cambios y la muerte.
Pero, ¿qué hay respecto a la mayoría de nosotros, quienes nos sentimos felices en una situación favorable e infelices en una situación desfavorable?
La vida está llena de pares de opuestos: hay calor y frío, placer y dolor, luz y oscuridad, atracción y repulsión, ¿qué podemos hacer? ¿Cómo podemos nosotros también capacitarnos para alcanzar el conocimiento?
El Bendito Señor Krishna dijo: "¡Oh Kounteya! (Arjuna), las nociones de calor y frío, de placer y dolor, nacen del contacto de los sentidos con los objetos; tienen origen y fin y son transitorios. Sopórtalas, ¡oh Bharata!" (B.G.:II-14).
Hay sentidos tales como: ojos, oídos, lengua, piel; y también hay objetos de los sentidos, a saber: tierra, agua, luz, aire y espacio. Todo lo que vemos, oímos, olemos, gustamos, a través de los órganos de los sentidos son objetos sensorios. ¿Por qué surgen en nosotros los sentimientos de placer y dolor? Debido al contacto de los unos con los otros, cuando la mente está asociada a ellos y dicha asociación, dicho contacto, a menudo trae confusión a la mente desentrenada. Así, viene tanto placer como dolor, debido a esta asociación y ocurre debido al hábito, solamente. No hay obligación de nuestra parte de sentir y disfrutar de la alegría o sufrir por el dolor nacido a causa de la asociación; por la práctica uno puede mantener la indiferencia, quietud y calma, pero para la mayoría de la gente esto es muy difícil porque estamos acostumbrados de otra manera, además hay impresiones, samskaras, inherentes a vidas pasadas y también a esta vida. Así, para un aspirante espiritual, la constante atención es necesaria para continuar su práctica regularmente
Sri Krishna dijo: "¡Soporta!" Es una gran virtud para ser practicada en nuestra vida. Soportar es realmente una gran cualidad.
Rev. Swami Pareshanandaji Maharaj