El cerebro humano representa un mundo donde figuran algunos continentes explotados y vastas tierras ignotas. El hombre rudo y lego se ignora del todo y ni sospecha siquiera las riquezas potenciales que posee. En cambio, el hombre cultivado trata de explorarse y consigue al fin no pocos tesoros ocultos. Pocos, empero, han llegado, a fuerza de atención reflexiva y de esfuerzo interior, a apurar la geografía de su mente. ¡Qué de hallazgos felices nos esperan aún en las encrucijadas de nuestras células y vías nerviosas si nos imponemos la tarea de auto observarnos metódica y pacientemente a la luz de la ciencia y al calor de la meditación.
Santiago Ramón y Cajal
(Petilla de Aragón, España, 1852 - Madrid, 1934) Histólogo español. Premio Nobel de Medicina en 1906.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario