martes, 26 de noviembre de 2013

Una invitación sencilla

Sri Ramakrishna

Editorial


Así como para una persona miope el comenzar a usar lentes recetados por un buen especialista, resulta prácticamente un milagro, todo lo que veía desdibujado y lejano ahora lo ve con nitidez, del mismo modo, los que hemos padecido de miopía espiritual y hemos tenido la bendición de conocer a un buen especialista que nos presentó, generosamente, la figura de Sri Ramakrishna, hemos sentido el mismo milagro, porque a través de su vida y enseñanzas, comenzamos a ver con una nueva luz el contorno borroso de la imagen que teníamos de Dios el cual estaba muy lejano y al que recurríamos en momentos de necesidad.

Fue una invitación sencilla y cariñosa a ponernos en contacto con El; esa invitación es para todos, Sri Ramakrishna practicó y alcanzó la meta por varios senderos religiosos (islamismo y cristianismo, entre otros), por lo tanto no es una cuestión de conversión sino de intentar llegar a Dios desde el lugar donde estamos; y la manera de lograrlo es,  como dijo Amado Nervo refiriéndose a Su Evangelio: "Tan profundamente familiar, tan familiarmente profundo".

Quizá no tengamos las condiciones para las grandes hazañas espirituales, pero todos podemos comenzar a entablar un trato familiar con Dios: instalar su imagen en nuestra casa, ofrecerle flores e incienso ... y aunque nos parezca juego de niños, en algún momento sentiremos la necesidad de saludarLo al irnos y también al llegar a la casa; y,  si en medio de las tareas, tenemos un recuerdo amoroso de El, brotará una dulce tibieza en nuestro corazón.

Perseverando en este intento llegaremos a tener la convicción de lo que tantas veces dice Swami Pareshanada: "Debe haber un sincero esfuerzo por lograr una asociación constante y amorosa con Dios dentro del corazón, entonces, la vida humana cobra significado".




sábado, 16 de noviembre de 2013

Simbolismo de Shiva Natarash

Shiva Natarash

Shiva Natarash, el señor de la danza, consolida en una sola imagen muchos significados de la tradición hindú. Este es tal vez el más rico y elegante símbolo del hinduismo. Los hindúes lo utilizan para explicar su existencia y su futuro.

La histórica danza de Shiva se plantea como un baile de destrucción. Según la leyenda, algunos enemigos deseaban destruir a Shiva. Enviaron un enanito llamado el diablo del olvido. El enano era la encarnación del mal. Para combatirlo, Shiva inició su danza cósmica, subyugando al demonio y liberando al mundo. Shiva salta sobre el enano y le aplasta la espalda con un pie.

La danza de Shiva está compuesta por la combinación siempre fluyente de sus cinco actividades. El poder de la creación está representado por la mano derecha en alto y el tambor, sobre el cual toca y produce las vibraciones de las que emanan los ritmos y ciclos de la creación. El poder de mantener está representado por la mano derecha de abajo en un gesto de bendecir o indicación de no temer. El poder de destrucción se muestra a través del fuego que sostiene en su mano izquierda elevada en una pose de media luna. El poder de ocultar es aquel que esconde la verdad, permitiendo así el crecimiento y eventual cumplimiento del destino, representado por el pie derecho parado sobre el demonio postrado. El poder de revelar brinda conocimiento y libera el espíritu. Este está representado por el pie izquierdo levantado y la mano izquierda hacia abajo como una trompa de elefante.

El arco de fuego dentro del cual baila Shiva es el vestíbulo de la conciencia. Conocido también como el corazón lleno de luz del hombre, esta es la cámara central del universo físico. Puede llevar en su cabello una sirena, una calavera, una cobra y/o una luna creciente. Los tres ojos simbolizan el sol, la luna y el fuego o los tres poderes; crear, preservar y destruir. Dos ojos representan el mundo de dualidad mientras que el ojo del medio muestra la visión de no-dualidad. Su sonrisa indica una transcendencia imperturbable. El simbolismo de Shiva Natarash es religión, arte y ciencia fusionados en uno. La eterna danza de Dios de creación, preservación, destrucción y gracia sostiene un entendimiento oculto y profundo de nuestro universo.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Dios en el mundo



¡Oh, Dios mío! ¿Cómo es, en este pobre y viejo mundo, que, siendo Tú tan grande, nadie te encuentre; que, llamando Tú con voz tan fuerte, nadie te oiga; que, estando Tú tan próximo, nadie te sienta; que, dándote Tú a todos, nadie sepa Tu nombre? Los hombres huyen de Ti y dicen que no pueden hallarte; vuelven la espalda y dicen que no pueden verte; tápanse los oídos y dicen que no pueden oírte. 
Hans Denk

Tu goce del mundo no es nunca justo hasta que cada mañana te despiertas en el Cielo; te ves en el palacio de tu Padre y consideras el cielo, la tierra y el aire, como gozos celestiales, teniendo tal reverente estimación de todo como si estuvieras entre los ángeles. La desposada de un monarca, en la cámara de sus esposo, no tiene tales causas de deleite como tú.

Nunca gozas del mundo rectamente hasta que el mismo mar fluye en tus venas, hasta que te visten los cielos y coronan las estrellas y percibes que eres el único heredero de todo el mundo, y más que eso, porque hay hombres en él y cada uno de ellos es heredero único así como tú. Hasta que puedes cantar, alegrarte y deleitarte con Dios, como hacen los avaros con el oro y los reyes con sus cetros, nunca puedes gozar del mundo.

Hasta que tu espíritu llena el mundo entero y las estrellas son tus joyas; hasta que te has familiarizado con los modos de Dios, en todas las épocas, como con tu andar y tu mesa; hasta que has tratado íntimamente esa oscura nada de que se hizo el mundo, hasta que amas a los hombres de tal modo que deseas su felicidad con avidez igual al celo de la tuya; hasta que te deleitas en Dios por ser bueno para todos, nunca gozas del mundo. Hasta que lo sientes más que tu propiedad particular y estás más presente en el hemisferio, considerando sus glorias y belleza, que en tu propia casa.

Y además, nunca gozaste el mundo rectamente, hasta que amas tanto la belleza de gozarlo, que sientes la codicia y el anhelo de persuadir a otros a que lo gocen. El mundo es un espejo de Belleza Infinita, pero nadie lo ve. Es un Templo de Majestad, pero nadie lo mira. Es una región de Luz y Paz, si los hombres no la inquietaran. Es el Paraíso de Dios. Es más para el hombre, desde que cayó, que no antes. Es el lugar de los Ángeles y la Puerta del Cielo. Cuando Jacob despertó de su sueño, dijo: Dios está aquí y no lo sabía. ¡Cuán pavoroso es este lugar! No es otro que la Cara de Dios y la puerta del Cielo.

Thomas Traherne

(c. 1636-1674) Escritor inglés. Es autor de una obra original, que permaneció inédita en vida de su autor, y que anticipa las obras de William Blake y de William Wordsworth. En ellas desarrolla temas religiosos, en verso y en prosa, que se caracterizan por su enfoque original y la musicalidad de su escritura. Destacan Ética cristiana (1675), Poemas (1903) y Siglos de meditación (1908).

El cerebro humano



El cerebro humano representa un mundo donde figuran algunos continentes explotados y vastas tierras ignotas. El hombre rudo y lego se ignora del todo y ni sospecha siquiera las riquezas potenciales que posee. En cambio, el hombre cultivado trata de explorarse y consigue al fin no pocos tesoros ocultos. Pocos, empero, han llegado, a fuerza de atención reflexiva y de esfuerzo interior, a apurar la geografía de su mente. ¡Qué de hallazgos felices nos esperan aún en las encrucijadas de nuestras células y vías nerviosas si nos imponemos la tarea de auto observarnos metódica y pacientemente a la luz de la ciencia y al calor de la meditación. 
Santiago Ramón y Cajal
(Petilla de Aragón, España, 1852 - Madrid, 1934) Histólogo español. Premio Nobel de Medicina en 1906.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Formar la mente

Swami Vivekananda

Swami Vivekananda coincidía con los pensadores contemporáneos al afirmar que la mente, que es el principal instrumento del aprendizaje, merece mayor atención que la que se le prestaba. Formar la mente debe ser la principal prioridad de un estudiante, y no la mera acumulación, memorización y repetición de hechos. A la larga, abarrotar la mente de información, de competencias técnicas y de trivialidades inútiles sólo crea más problemas si esa mente no es alimentada, fortalecida y saneada. No obstante, la formación de la mente en todos sus aspectos brilla por su ausencia en la educación actual.

En el proyecto de Swamiji, aprender a concentrar la mente era el principal objetivo. “Para mí –dijo-, la verdadera esencia de la educación es la concentración de la mente, no el acopio de hechos” (CW, vol. VI, pág. 38). En todo hacer, ya se trate de pensar o de efectuar un trabajo manual, el resultado será tanto mejor cuanto mayor sea el poder de concentración. Y este poder de mantener la mente aplicada a una tarea puede mejorarse. La formación de la mente para la concentración en un objeto específico pasa por varias etapas, la primera de las cuales consiste en aprender a recoger la mente e impedirle que vagabundee. El estudiante entrena su mente para que esté más atenta y sea más “consciente”.

A continuación, el estudiante debe aprender cómo desprender su mente de las distracciones que se imponen a pesar suyo. Luego, simultáneamente, debe dirigir la mente hacia el tema deseado y concentrar en él toda su fuerza mental. Un ejemplo ilustrativo: una lente convexa acumula la luz solar y la concentra en un punto para quemar un trozo de papel. De modo semejante, cuando la mente se concentra adquiere un poder formidable y es capaz de resolver los enigmas del tema que enfoca.

Asimismo, el Swami deseaba que los estudiantes cultivaran su fuerza de voluntad. Según él, la voluntad se desarrolla cuando “la corriente y la expresión de la voluntad se ponen bajo control y se vuelven fructíferos” (CW, vol. IV, pág. 490). La fuerza de voluntad no sólo es necesaria para conducir el proceso de aprendizaje sino también para fortalecer el carácter.


Swami Prabhananda (India)
Concluyó sus estudios universitarios en 1956 e hizo sus votos monásticos definitivos en la Orden de
Ramakrishna en 1966. Se ha desempeñado en varias instituciones educativas gobernadas por la Orden como rector, director administrativo o secretario, además de trabajar a favor del desarrollo rural. En 1983, el Swami fue designado Custodio de la Orden de Ramakrishna. Actualmente preside el Instituto de Cultura de la Misión Ramakrishna en Calcuta. Sus estudios sobre Sri Ramakrishna y la historia de la Orden gozan de gran notoriedad. Ha escrito 14 libros en lengua bengalí y tres en inglés, además de numerosos artículos para diversas publicaciones periódicas.

Fragmento de: perfiles de Educadores
Swami Vivekananda
1863-1902